Título: El niño con el pijama de rayas
Autor: John Boyne
Editorial: Círculo de lectores (Salamandra)
Primera edición: 2007
Número de páginas: 194
Precio: 13€
Argumento
Lo único bueno que le ha pasado al pequeño Bruno desde que se trasladó
junto a su familia a ese lugar horroroso sólo porque el jefe de su padre, ese
Furias del que todo el mundo habla, así lo quiso, es que ha conocido a Shmuel,
un simpático niño de su edad que siempre va vestido con un pijama de rayas y
con el que ha hecho buenas migas. Sólo hay un inconveniente: a ambos les separa
una alambrada.
¿Por qué será que últimamente los ojos del pequeño Bruno se abren como
platos y a juego con ellos sus labios dibujan una O gigante? Quizá porque no
acaba de entender el motivo por el que él y su familia deben dejar atrás su
vida en Berlín y su casa de cinco plantas y a toda aquella gente que sonreía,
por no hablar de Karl, Daniel y Martín, sus tres mejores amigos, con quienes de
momento no podrá cometer más travesuras. El caso es que Padre, que trabaja a
las órdenes del Furias, ha sido destinado para cumplir una importante misión en
uno de los lugares más desolados del planeta, un lugar en el que parece que la
risa está prohibida… excepto la de Gretel, la tonta de remate de su hermana,
que se burla de él por lo bajini diciendo que en lugar de nueve años aparenta
seis.
Bruno piensa que ha sido un error trasladarse a ese lugar, pero claro, como
dice su madre, a él no le corresponde pensar, porque ya hay otras personas que
lo hacen por él… Aun así, no puede dejar de preguntarse algunas cosas: ¿a qué
se dedica exactamente Padre? ¿Quiénes son esas personas delgadas y pálidas que
están detrás de la alambrada, que visten con un pijama de rayas y a las que le
han prohibido acercarse? Y ¿por qué tiene la extraña sensación de que su vida
nunca volverá a ser como antes?
Personajes
Bruno: niño alemán de 9 años. No entiende de qué
trabaja su padre y se siente un poco solo en la familia porque no tiene el
apoyo de nadie. No le gusta la nueva casa y echa mucho de menos a los abuelos.
Es un niño que le gusta aparentar saber más cosas de las que realmente sabe,
aunque es muy perspicaz y aunque no entiende lo que pasa en el mundo, sabe que
hay cosas que no están bien.
Shmuel: niño polaco de 9 años, nació el mismo día
que Bruno. Se encuentra al otro lado de la alambrada y tampoco entiende mucho
qué ocurre, aunque tiene más idea que su nuevo amigo. Tiene la tez muy grisácea
y los ojos muy grandes. Siempre evita que Bruno pase a su lado de la alambrada
porque sabe que está prohibido.
Madre: desconocemos su nombre. Es una mujer que
en apariencia está de acuerdo con las ideas de su marido, pero a veces podemos
ver sus dudas y rechazos. Quiere proteger a sus hijos aunque tarda mucho a
enfrentarse a la situación por ellos.
Padre: tampoco sabemos su nombre. Era teniente
pero Hitler lo asciende y la familia entera debe mudarse de casa (y país) para
poder realizar su nueva función de coronel. No es un padre muy cariñoso pero a
ratos deja de ser tan frío para ser un buen padre.
Gretel: hermana de Bruno, la tonta de remate como
dice él. Tiene 12 (y cumple 13 durante la historia) años pero se cree muy
mayor. Al principio de la novela juega con muñecas pero en un momento dado
cambia su pasatiempos favorito por otro.
María: criada de la familia desde que Bruno
tenía 3 años. En Berlín no hablaba mucho pero en la nueva casa interactúa más
con el niño. Llegó a la familia gracias a Padre y tiene mucho que agradecerle.
Pavel: hombre judío que va cada noche a la casa
de la familia para pelar y cortar las hortalizas para la cena y servirla. Antes
era médico.
Teniente Kotler: soldado de 17 años, rubio y alto. A Bruno
no le gusta porque parece ser una persona sin sentimientos, aunque Gretel se
hace su amiga. Pasa mucho tiempo en casa, sobre todo cuando Padre no está.
Opinión personal
Aprovechando que me he ido a Alemania de viaje, he decidido hacer una
entrada sobre un libro que hable de ese país. Desgraciadamente, creo que
solamente tengo 3 libros que ocurran allí, El niño con el pijama de rayas, La
ladrona de libros y El diario de Ana Frank. Así que por eso os traigo hoy mi
opinión sobre el libro de John Boyne.
Por si hay alguien que aún no se lo ha leído o no ha visto la película,
aclarar que es un libro que trata la segunda guerra mundial desde el punto de
vista de un niño berlinés (alemán) de 9 años, hijo de uno de los hombres de
confianza de Hitler. Hitler asciende a Padre a coronel y se deben mudar al
campo de concentración judío de Auschwitz, en Polonia.
La primera vez que lo leí creo que ya había visto la película, y ahora que
lo he vuelto a leer me han entrado ganas de volverla a ver. La película es
bastante fiel ya que casi todo lo que sale en el libro sale en la película,
pero también es cierto que se inventa muchas historias para hacer parecerla más
cruda.
En mi opinión, es una historia muy bien hallada. Bruno es un personaje
clave porque ser hijo de quién es ya le atribuye ciertas obligaciones y
creencias que debe tener, pero al ser un niño ajeno a todo lo que está
ocurriendo, aun es un niño sin maldad. Así pues, se hace amigo de Shmuel, un
niño judío que vive en el campo de concentración. La inocencia que desprende
Bruno me parece extraordinaria. En algunos momentos de la novela me pone de los
nervios porque es un niño que muchas veces dice lo que cree que tiene que decir
para quedar bien, pero lo hace en base a lo que le ha enseñado su padre, así
que suelen ser oraciones o comportamientos nazis. Esas acciones le hacen sentir
culpable y avergonzado pero como sabe que Padre lo felicita cuando las hace,
cree que Shmuel también.
Es un libro de muy fácil lectura porque todo transcurre muy rápido. No es
extremadamente detallado pero no le falta descripción. No es hasta la página
100 que los niños se conocen y empieza la historia de verdad, pero aunque lo
sepas, esas primeras páginas no se hacen pesadas porque disfrutas de la lectura.
La evolución de los personajes me parece muy interesante. Padre empieza
siendo una persona fría para convertirse en un padre que se preocupa por el
bienestar de sus hijos; Madre al principio parece conforme con la situación
pero luego vemos que claramente no comparte los ideales de la guerra y Gretel
empieza jugando con muñecas y acaba haciendo un seguimiento sobre todas las
invasiones nazis con un mapa gigante en su cuarto. Bruno es ajeno a la realidad
durante toda la historia, hasta el último segundo.
Y qué decir del final… avasallador. Creo que ese final es el único final
perfecto para esta novela. Hace que la saborees al máximo y empatices con todos
ellos. No he llorado leyendo la historia pero ha sido cerrar el libro, pensar
en ella y soltar algunas lágrimas. Pensar que no es una historia, sino que es
LA HISTORIA de nuestro planeta, me pone los pelos de punta.
La última frase del libro es: “Y así termina la historia de Bruno y su
familia. Todo esto, por supuesto, pasó hace mucho, mucho tiempo, y nunca podría
volver a pasar nada parecido. Hoy en día, no”. Me parece alucinante que después
de tener estos años tan marcados en nuestra mente, siga existiendo el racismo
tan desmesurado que hay todavía. Y qué decir de todas las guerras que hay ahora
mismo por el mundo.
Así pues, recomiendo este libro a toda aquella persona que no se lo haya
leído, a quién le guste la historia de nuestra sociedad y quien disfrute con
descubrir mundos desde la perspectiva de un niño pequeño. Pero que se abstengan
todos aquellos que no entiendan el racismo.
Fragmento favorito
-
Quiero saber qué es esa alambrada –dijo Bruno-.
Quiero saber por qué está ahí.
-
Pero ¿cómo? ¿No lo sabes?
-
No. No entiendo por qué no nos dejan ir al
otro lado. ¿Qué nos pasa para que no podamos ir allí a jugar?
-
Bruno, la alambrada no está ahí para
impedir que nosotros vayamos al otro lado. Está para impedir que ellos vengan
aquí.
-
Pero ¿por qué?
-
Porque hay que mantenerlos todos juntos. […] No
pueden mezclarse con nosotros.
-
Judíos. […] ¿Nosotros somos judíos?
-
No, Bruno. No, claro que no. Y eso no
deberías ni insinuarlo.
-
¿Por qué? Entonces ¿qué somos nosotros?
-
Nosotros somos… -empezó Gretel, pero tuvo
que pararse a pensar-. Nosotros somos… Mira, nosotros no somos judíos.
-
Eso ya lo sé. Lo que te pregunto es qué es
lo que somos, si no somos judíos.
-
Somos lo contrario –dijo Gretel muy
rápidamente, y se quedó muy satisfecha con su respuesta-. Sí, eso. Nosotros
somos lo contrario.
Muy buenas!
ResponderEliminarCon este libro te aseguras una muy buena lectura y unas cuantas de lágrimas. Totalmente recomendable, una lectura única.
Como dices, es una de esas lecturas que son para el disfrute y repetirlas en cualquier momento.
Gracias por recordarnos este libro.
Besos!
¡Hola!
EliminarDesde luego que es única. Ahora tengo muchas ganas de leer El niño en la cima de la montaña, del mismo autor. Leí una reseña y me quedó el gusanillo de la curiosidad.
¡Un saludo!